María del Rosario Robles Berlanga (n. Ciudad de México; 1956) es una política mexicana de izquierda, que fue miembro del Partido de la Revolución Democrática, el cual llegó a presidir, además de haber sido la única mujer en haber desempeñado el cargo de Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Es Licenciada en Economía egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México y tiene una Maestría en Desarrollo Rural. Rosario Robles se inició en la política como miembro del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM) y en 1989 fue miembro fundador del PRD. En 1994 fue electa diputada por su partido.
Alcanzó mayor relevancia cuando fue designada en el importante cargo de Secretaria de Gobierno del Distrito Federal en 1997 por el entonces recién electo primer Jefe de Gobierno Cuauhtémoc Cárdenas.
Al inicio del gobierno destacó su austeridad entre todos los
funcionarios del gobierno, al presentar su patrimonio consistente de una
casa en Coyoacán, un modesto auto y una exigua cuenta bancaria.
Desde la Secretaría de Gobierno Rosario Robles presidió la mesa
central de la Reforma Política del D. F. que estuvo integrada por las
dirigencias de todas las fuerzas políticas de la ciudad, en dicha mesa
se concretaron acuerdos que derivaron la creación de un nuevo Código
Electoral para el Distrito Federal y la creación del Instituto Electoral del D.F. además de impulsar la participación ciudadana, mediante las figuras del plebiscito, consulta popular y referéndum.
Lo anterior fue determinante para que las marchas y plantones en la
ciudad, disminuyeran hasta un 70 %. En septiembre de 1998 fue designada
por la Asablea Legislativa del D. F. para sustituir al Ing. Cuauhtémoc Cárdenas cuando éste renunció a la jefatura de gobierno para iniciar su tercera campaña rumbo a la Presidencia de la República en 2000,
donde sería derrotado. La actuación de Rosario Robles al frente del
Distrito Federal fue sumamente controvertida. Contraria a la actuación
de Cárdenas, quien había mantenido una comunicación bastante discreta,
Robles encabezó una importante campaña de publicidad en televisión
promocionando obras de su gobierno y apoyando de manera personal la
candidatura de Cárdenas. Sus adversarios la acusaron de promover su
imagen personal, a las críticas ella respondía diciendo que eran el
machisimo y la misoginia de la política mexicana lo que se resistía a
ver a una mujer gobernando la capital del país, además de señalar que su
campaña mediática obedecía a una política de comunicación social del
gobierno. En ese tiempo también pronunció de manera continua la frase: tengo las faldas bien puestas,
en referencia a su determinación y fortaleza. Se mantuvo con una
popularidad bastante aceptable dentro del gobierno del Distrito Federal,
superando incluso al gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas.
Robles impulso importantes negociaciones para reordenar el comercio
en la vía pública y solucionar las demandas de los trabajadores de la
Ruta 100, logrando incorporar a casi 50 000 personas al programa de
reordenamiento. Organizó, en junto con la UNESCO, un Encuentro de
Experiencias Latinoamericanas sobre Gobernabilidad Democrática y
Participación Ciudadana, el cual contó con la asistencia de alcaldes y
representantes de los gobiernos de 31 ciudades de Latinoamérica.
Una de sus obras más destacadas fue la propuesta de permitir el aborto en el Distrito Federal, lo que sería conocido como la Ley Robles. Así mismo, emprendió una investigación contra el ex-regente de la ciudad, el priísta Óscar Espinosa Villarreal por el supuesto delito de peculado,
tras acusarlo ella misma de haber desviado recursos públicos a grupos
priistas como Antorcha Popular, que según Robles actuaban como grupos de
choque contra el gobierno de la ciudad. Realizó algunas obras sociales y
de remozamiento de la imagen urbana de la ciudad, participando ella
personalmente.
Según sus propias palabras en su libro Con todo el corazón, ella misma desde el gobierno apoyó la candidatura de Andrés Manuel López Obrador
para que éste ocupase el cargo de Jefe de Gobierno del Distrito
Federal. Según ella, el partido contaba con buenos candidatos como Demetrio Sodi, Pablo Gómez Álvarez e Ifigenia Martínez, pero sólo López Obrador podía garantizar la permanencia del partido en el gobierno de la ciudad.
El 5 de diciembre de 2000 entregó el cargo al jefe de gobierno electo Andrés Manuel López Obrador. Después de algunos meses de receso, en 2002
Robles se postuló como candidata a la Presidencia de su partido, el
PRD, siendo señalada como la candidata de Cuauhtémoc Cárdenas y del
grupo más izquierdista dentro del partido, que acusaban a la presidenta
en funciones Amalia García de haber provocado una gran baja en la intención de voto del partido y al otro candidado a la presidencia Jesús Ortega Martínez de ser proclive a la negociación con el gobierno derechista de Vicente Fox. Ganó las elecciones y ocupó el cargo de presidenta ese mismo año.
Uno de sus principales ofrecimientos de campaña fue el de lograr que
el PRD consiguiera el 20% de los votos en las elecciones legislativas de
2003 y que
de no conseguirlo, renunciaría a su cargo. Como presidenta del partido,
nuevamente emprendió una fuerte campaña mediática de promoción del voto
rumbo a las elecciones de 2003. El lema de a campaña fue Es tiempo de la esperanza;
su estrategia fue criticada por algunos sectores del partido, al
considerar que se asemejaba mucho a las campañas de los otros partidos
políticos. Fue también en ese tiempo que se alió con el empresario
argentino Carlos Ahumada
para obtener mayores fondos. Realizó reuniones en su domicilio con
varias mujeres de la política mexicana, incluyendo a figuras tan
disímbolas como Patricia Mercado, Elba Esther Gordillo o Martha Sahagún.
Ante las críticas, ella señaló que a pesar de sus diferencias
políticas, todas buscaban el bien de México y la mayor participación de
la mujer mexicana en la política.
Su primera experiencia electoral fueron las elecciones locales del estado de México
en mayo de 2003, en las que se renovaba el congreso local y los
presidentes municipales. El partido salió bien librado, obteniendo cerca
del 30% de los votos y algunos municipios importantes.
En las elecciones federales, el PRD no obtuvo el 20% del voto
prometido por Robles, aunque se quedó cerca y aumentó su presencia en la
Cámara de Diputados. Ella consideró la elección como un triunfo, pero
fue presionada dentro del propio partido y acusada de haber dejado una
enorme deuda por concepto de los promocionales electorales en la
televisión, principalmente con Televisa, Fue obligada a renunciar a la presidencia del PRD ese mismo año, siendo sustituida con carácter interino por Leonel Godoy Rangel.